Después que terminó la etapa heroica del Correo
del Orinoco, la casa que lo albergó cayó en malas manos que la fueron
degradando. A través de décadas la
histórica casa angostureña donde se editó el Correo del Orinoco además de la
papelería oficial del Gobierno Supremo presidido por el Libertador, fue
utilizada como residencia algunas veces y otras como comercio de
pacotilla. Lo último que hicieron, ya en
los años de 1960, fue transformar la casa en una especie de ventorrillo donde
se consumía carne a la parrilla, sin que existiera la menor preocupación por
parte de organismos oficiales para su restauración y mantenimiento permanente,
no obstante las quejas y solicitudes hechas por el Comité Organizador de la
VI Convención de Periodistas celebrada en
Ciudad Bolívar y julio de 1968, presidida por Américo Fernández.
Tomando
en cuenta la importancia que históricamente tiene la Casa donde se imprimió el
“Correo del Orinoco” así como otros monumentos nacionales, fue creada el 7 de
mayo de 1968, por disposición del ciudadano Presidente de la República, una Comisión
Asesora del Ministerio de Obras Públicas para la reconstrucción de dicho
inmueble, procediéndose de inmediato a efectuar los trabajos preliminares
relacionados con levantamiento, exploración y expropiación de los inmuebles
particulares propiedad de Torres y Hermanos, ubicados en el Paseo Orinoco
y Calle Carabobo, así como otro
colindante propiedad del señor Fasir Greige, en calle Venezuela.
En
la ocasión de celebrarse el 27 de junio de ese año 1968 el 150 aniversario de
la edición del primer número del Correo del Orinoco, se decidió acometer de
forma inmediata la restauración del inmueble.
De
acuerdo a lo resuelto fueron ejecutados los trabajos de exploración que
consistieron en determinar la obra original que puediera haber existido, tales
como pisos de ladrillos. De mollejón,
recubrimiento de frisos.
Con
los resultados obtenidos se procedió a la elaboración de un anteproyecto, el
cual fue aprobado y se determinó que el uso del inmueble, una vez restaurado,
sería destinado a un “Museo del Periodismo”, fundamentalmente de la prensa
heroica, anexándose los dos inmuebles
ubicados en la parte posterior como jardines.
El
Ministerio de Obras Públicas ejecutó lo trabajos de remodelación y expropiación
de los inmuebles, los cuales entonces fueron estimados en 800.000 bolívares.
Los
trabajos de restauración comenzaron con la demolición de los maltrechos pisos
en áreas interiores; demolición de frisos en paramentos verticales tanto en
exteriores como interiores, manteniendo en su estado actual las molduras y
hornacina existente en la fachada;
demolición de paredes de bloques existentes. La cubierta de nogal sobre armadura de hierro
que tenía la casa, fue retirada recuperándose el material y los techos
antiguos.
Con sumo cuidado fue aprovechado el
material cerámico así como las vigas de madera en buen estado. La cubierta y columnas del corredor sobre el
Paseo Orinoco que vemos en la fotografía, fue demolida y la acera ejecutada con
mollejón.
Como observamos ahora que la casa
fue restaurada, los pisos del corredor y áreas de circulación son de ladrillo
criollo colocados en la misma forma que apareció en la exploración. El patio también es de ladrillo criollo como fue
encontrado y el resto de pisos interiores de panela criolla con junta
intercalada, salvo el zaguán que fue ejecutado con mollejón.
Frisos en paramentos verticales
demolidos fueron ejecutados a base de morteros de cal. Las
ventanas con panelas y postigos, las rejas de hierro iguales a las
existentes sobre la calle Carabobo.
Puertas de las mismas características y construcción que las existentes.
Y finalmente los herrajes del inmueble fueron ejecutados con hierro forjado
para cerraduras, goznes, picaportes, aldabas y tiradores y reposición de todas
las gárgolas. Así era y así es la casa
histórica que lamentablemente está viendo de soslayo el gobierno.
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