La idea de un Museo de la Prensa volvió nuevamente a la VII Convención Nacional de
Periodistas realizada en la ciudad de Maracay entre el 24 y 27 de septiembre de
1970 y la Directiva Nacional
presidida por Eleazar Días Rangel hizo directamente las diligencias pertinentes
ante el Gobierno Nacional.
A
principios de 1972, la
Asociación Amigos de Guayana presidida por Rafael Pineda,
tiene éxito en la gestión ante del Ejecutivo Nacional para que le cedan el
inmueble a fin de que el mismo sea
destinado al Museo de Ciudad Bolívar, lo que obliga a un reclamo de la Directiva Nacional
de la Asociación Venezolana
de Periodistas (AVP) ante el doctor Mauro Páez Pumar, Comisionado Presidencial
para la Conservación
del Patrimonio Histórico de la
Nación. La directiva avepista se manifiesta sorprendida de
que la Casa del
Correo del Orinoco no se le de el destino de Museo de la Prensa y recuerda que la Convención de Maracay
había acordado solicitarle a proposición de la delegación de Ciudad Bolívar y
que el Comisionado había dado al respecto una promesa formalmente positiva.
El
reclamo de la AVP
dio lugar al siguiente telegrama del doctor Mauro Páez Pumar: Recibido su
atento telegrama del 20 de abril último donde esa Asociación manifiesta
extrañeza por la información periodística indicativa de que no será instalado
el Museo de la Prensa
en la casa donde se imprimió el “Correo del Orinoco”, ya restaurada. Al respecto comunícale formalmente que esa
información no corresponde exactamente a la verdad. El inmueble no tiene capacidad para un gran
museo de la prensa en términos generales, razón por la cual deberá limitarse a
que funcione en él un Museo de la Prensa Independiente,
destacándose especialmente los impresos ejecutados en la famosa máquina Washington
donde se imprimió el “Correo del Orinoco”.
“Como
los museos no nacen y uno de este orden no es de fácil ejecución por la escasez
de los materiales originales, la casa del Correo del Orinoco dispondrá de su
salón principal para exhibir la imprenta que por disposición del Ministerio de
Relaciones Interiores y gestión de esta Comisionaduría, regresó a su sitio de
origen, satisfaciendo una vieja aspiración de los bolivarenses.
“También
en este salón se expondrá entre otros objetos, la guillotina usada en Angostura
por el impresor Roderick. Ese salón
contendrá desde ya una excelente representación inicial del surgimiento de la
prensa republicana. El resto del
inmueble será ocupado por ahora por la magnífica colección de obras de arte
venezolano que posee la
Asociación Amigos de Guayana, mientras se procede a la restauración de la sede para el Museo de
Ciudad Bolívar, en la Cárcel Pública
de aquella ciudad. Al mismo tiempo esta
Comisionaduría espera la colaboración de la importante Asociación que usted
preside para ir aumentando en lo posible el patrimonio que algún día deberá
llenar todos los salones de la casa donde nació el Correo del Orinoco”.
Como
se ve, el Gobierno de Caldera previó para sede del Museo de Ciudad Bolívar, la Cárcel vieja ubicada entre
la calle Igualdad y el Paseo Orinoco. Esta cárcel data de
la época de la colonia. En 1818 los patriotas
habilitaron el área de los balcones para asiento de las autoridades
civiles y municipales que se mantuvieron hasta muy avanzado el siglo veinte. De manera que en ella despacharon los próceres
Manuel Cedeño y Juan Vicente Cardozo entre 1817 y 1818. En 1905 estuvieron presos en ella el escritor
Rufino Blanco Fombona y el poeta revolucionario Alfredo Arvelo Larriva. Cárcel
Pública vino a ser propiamente hasta 1951 que se construyó la de Vista Hermosa.
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