jueves, 31 de enero de 2013

La muerte del Fundador del Museo



Rafael  Pineda acompañado deñl doctor Celestino Zamora Montes de Oca, profesor Diógenes TronconeSáncez, doctor René Silva Idrogo y Américo Fernández durante el homenaje  tributado por la AEV de Ciudad Bolívar, semanas antes de su muerte.

 El martes dieciocho de mayo de 2004, pasadas las cinco de la tarde y a  la edad de 78 años, dejó de existir en una Clínica de Caracas, el poeta, ensayista, periodista y crítico de arte, Rafael Ángel Díaz Sosa, nacional e internacionalmente conocido por el seudónimo literario de Rafael Pineda.
El escritor, fundador del Museo de Ciudad Bolívar en la Casa del Correo del Orinoco y autor de una extensa y densa obra literaria, era de Guasipati, Estado Bolívar, donde nació el 17 de enero de 1926, hijo de Zoilo L. Díaz y Blanca Sosa Grillet de Díaz.
Estudió periodismo en la Universidad Central de Venezuela, Literatura en la Universidad de Carolina del Norte e Historia y Crítica del arte en las Universidades de Roma; Florencia, Venecia y Bolonia.
Autor de diez libros de poesía, entre los que distinguimos El Resplandor de las palabras, Poemas para recordar a Venezuela, El pie de espuma, La casa del unicornio y Receso de la esmeralda.  Su poema Air de Familla, fue traducido al francés por Juan Liscano y Jacques Chaspier, en Paris 1957.  Asimismo su libro Poetas actuales de Venezuela, compilación de Luis Beltrán Guerrero fue traducido al griego por Matej Mateb, en Atenas, 1983.
Autor de las obras de teatro y novela: Los Conjurados, La inmortalidad del cangrejo y La Casa Flotante.
Asimismo escribió y publicó 35 trabajos de ensayo, historia y Crítica de arte, entre ellas, Creciente que son crónicas del Estado Bolívar publicada en Caracas en 1960 y bautizada en el Auditorio Simón Rodríguez de Ciudad Bolívar. Armando Reverón,  El crucifijo de Miguel Ángel, Los Navegantes de colores,  El oro, el cielo y la sangre; La nueva imagen de Bolívar, Retrato hablado de Venezuela,  Santo Tome de Guayana., Iconografía de Mariano Picón Salas, Pietro Tenerani, Los tres viajes de Francisco de Miranda  y Ciudad Bolívar no te mueves que voy a disparar.
Rafael Pineda trabajo muchos años en la Cancillería de la República.  Hablaba varios idiomas, entre ellos, el inglés, que le permitió traducir la obra “Las Comadres de Caracas” de John Willianson, primer diplomático de Estados Unidos en Venezuela.  También al inglés los poemas de John Tagkiabue “Viaje a México” y los poemas  de Emily Dickinson.
Prologuista de un sin número de obras.  Los trabajos literarios de Rafael Pineda se hallan seleccionados en  veinte antologías, entre las que se cuenta  Antología Venezolana de José Ramón Medina, en “Poetry Northwest”, publicada en Washington, en Dos Siglos de prosa venezolana, publicada en Madrid por Mariano Picón Salas, en Poetas Guayaneses, de Armas Chityu, en Antología General de la Poesía Venezolana de J. A. Escalona Escalona.
Obras inéditas de Rafael Pineda: La toma y retoma de Ciudad Bolívar 1902-1903 basada en el diario inédito de Juan Manuel Sucre Samarra; A Guasipati, Las Estatuas de Antonio José de Sucre.  Su última obra publicada fue “Iconografía de Francisco de Miranda” publicada por el Banco Industrial de Venezuela.
            Rafael Pineda era hermano de los periodistas  Pedro J. Díaz y Carlos Días Sosa.  José Ramón Medina, compañero de Pineda en el Grupo Contrapunto dice en su libro “Ochenta años de literatura venezolana” que el sello peculiar de la poesía de Rafael Pineda reside en su lenguaje, ceñido a cierto rigor de poemas y metros, pero libérrimo y audaz en el juego discursivo de la expresión”.
            Al registrar su deceso, exaltamos el valor extenso y profesional de su obra.  Asimismo la calidad de su persona, siempre unido con ojo crítico al arte en cualquiera de sus manifestaciones más puras.
                                                                             

miércoles, 30 de enero de 2013

El hampa del arte acaba con el Museo



Tito Salas

El Museo de Ciudad Bolívar en la Casa del Correo del Orinoco, se convirtió en blanco de la incesante inseguridad que impera en la otrora Angostura, cuando el 26 de marzo (2005), seis importantes obras de conocidos y destacados artistas plásticos fueron robadas del Museo de Ciudad Bolívar.
Los ladrones de arte no sólo cargaron con obras de incalculable valor monetario, sino histórico, para el Museo de Ciudad Bolívar, que ocupa los espacios de la Casa del Correo del Orinoco, ubicado en el Paseo Orinoco y cuyas áreas también recogen el arte y la historia del periodismo venezolano.
Los trabajadores del museo fueron sorprendidos la mañana de este lunes 28, cuando descubrieron que la puerta de acceso a la sala donde se exhiben las obras de los artistas pertenecientes al Círculo Bellas Artes de Caracas había sido destrozada, y sustraídas varias de sus piezas.
Los ladrones "expertos" en arte emplearon algún tipo de herramienta para romper la madera de la puerta, logrando abrir un boquete, por donde se presume lograron llevarse las seis obras, que fueron sacadas con sumo cuidado de sus respectivos marcos.
El hampa del arte se introdujo al museo luego de violentar la puerta que conduce a la azotea, cuyas cerraduras fueron destrozadas. Los ladrones bajaron por la escalera haciendo a un lado las figuras de "los caminantes" que se exhiben en esta área, hasta llegar al corredor.
Las obras robadas fueron "Calvario" de Tito Salas, óleo sobre tela, con medidas de 69x53 centímetros; "La Amenazante" de Oswaldo Vigas; "Azul" de Francisco Hung; "Academia de El Despellejado" de Emilio Boggio, creyón sobre papel; "San Juan" de Pedro Centeno Vallenilla, lápiz sobre papel.
En el suelo quedó tirada, con su marco destrozado la acuarela de Emilio Boggio del año 57, titulada "Prueba de la Fortuna", la cual se cree no pudo ser sustraída por estar fuertemente pegada a su marco.
La obra de tito Salas era una de la más importante del Museo, tomando en cuenta la trascendencia  de este pintor caraqueño. Pintor de temas históricos, en opinión de Arturo Uslar Pietri su virtud como artista plástico ha sido pintar para enseñar la historia. Su verdadero nombre era Británico Antonio Salas Díaz. Los estudios de pintura los inició en la Academia de Bellas Artes de Caracas. Luego de obtener el primer lugar del certamen anual de dicha Academia (1901), viaja a París en 1905 para inscribirse en la Academia Julian donde tuvo como maestro a Jean Paul Laurens. En 1906, obtuvo una medalla de oro por su composición La San Genaro en el Salón oficial de Paris.
Entre 1907 y 1908 pintó y realizó exposiciones en España y Bruselas. Retorna a Venezuela en 1911 y trae consigo el tríptico de Simón Bolívar que se encuentra actualmente en el Palacio Federal.  Decoró la Casa del Libertador con algunas escenas de la vida del Libertador (1913). En este lapso, Salas elabora entre otras, las siguientes pinturas: La emigración a Oriente, El Matrimonio de Bolívar y María Teresa, La Expedición de los Cayos, El terremoto de 1812. Una vez culminado su trabajo en la casa natal (1931), Salas recibe el encargo de los murales del Panteón Nacional, los cuales termina en 1942. Aunque su obra como pintor de temas históricos ha opacado su trabajo como paisajista, no se debe olvidar que Salas destaca entre los artista que han contribuyeron a desarrollar la tradición del arte moderno en Venezuela a partir de 1900. Hacia el fin de su vida, retirado en su casa colonial de Petare trabajó intensamente en obras de mediano y pequeño formato. En 1970, poco antes de su muerte, Salas pintó para la residencia presidencial «La Casona», en Caracas, una obra titulada Los Causahabientes, que representa en un conjunto a los presidentes de la República de Venezuela que gobernaron durante el siglo XIX.

martes, 29 de enero de 2013

Denuncia policial inútil

La siguiente carta, del  7 de septiembre de 2004, suscrita por el licenciado Tito García, encargado del Museo de Ciudad Bolívar, fue dirigida al Coronel Román Pineda, Comandante general de la Policía del Estado, en los siguientes términos: “El Museo de Ciudad Bolívar en la Casa del Correo del Orinoco se ha convertido en el azote de los ladrones.  Comenzaron por incursionar, siempre en horas de la noche, en forma esporádica, y ahora más seguidamente a juzgar por el robo ocurrido en la madrugada de este viernes 03 de los corriente.
            Ya son seis (06) las piezas robadas de la colección permanente del Museo.  En la primera incursión de enero de 1996, fueron sustraídas dos pinturas y una escultura de maestros venezolanos:  de Pedro Ángel González (1910-1981), titulada “Crepúsculo desde la Sabana de San José, Caracas”, óleo sobre tela, con medidas de 48 x58   fechada en 1919; de Luis Alfredo López Méndez (1901-1996)  titulada “Desnudo con flores”,(n la foto) óleo sobre tela, con  medida de 58x 48, fechada en 1970 y del escultor Manuel de la Fuente (1932), titulada “La Ciudad”, bronce dorado, constante de cuatro módulos, con medida de 26, 26, 27 y 30 cm, de alto respectivamente x 30 de ancho, fechada en 1983.  Luego los cacos cargaron con numerosos fragmentos de cerámica pre colombina, y así mismo con varias monedas antiguas.
            En Junio de 1996, y después de varias incursiones, arrasaron toda clase de objetos de uso práctico, incluso con las cornetas de la instalación de sonido hasta culminar por llevarse la pintura de la autoria Leke Alamo, titulada “Víspera del Congreso de Angostura”, óleo sobre tela con medidas de 78 x 98 cm, fechada en 1983.
            Más recientemente, la madrugada de ese viernes 3 del corriente, los ladrones dieron el golpe con 2 pinturas de artistas locales: de Rafael Aníbal Palma, titulada “Puesto de Policía”, óleo sobre tela, con medidas de 69 por 88 fechada en 1994; y la otra obra de Malú Liccioni de Huncal, titulada “Casa San Isidro”, óleo sobre tela, con medidas de 18 x23,5  fechada en 1997.
            Importa destacar que estas tres últimas piezas: la de 1996 y las 2 sustraídas de este viernes en la madrugada, pertenecen al mismo “estilo ingenuo”, es decir, a la misma categoría caracterizada por la espontaneidad e ingenuidad, lo que hace suponer que el ladrón sabe lo que busca.
            El hecho llama particularmente la atención, porque se trata de un robo de bienes culturales que hasta ahora, por fortuna, poco o nada ha afectado a otros museos o instituciones similares en Venezuela. Pero en Ciudad Bolívar, esa excepcionalidad llegó a  su término con lo ocurrido en el Correo del Orinoco, ya sea local o de otra región la procedencia de los ladrones.  En cualquier caso, han puesto de manifiesto lo que puede menos que calificarse su exquisita sensibilidad.
            El Museo fue fundado en 1972 por la Asociación Amigos de Guayana, una institución sin fines de lucro, debidamente registrada.  Tiene como sede la Casa donde se editó el periódico “Correo del Orinoco” por mandato del Libertador Simón Bolívar.  El Ejecutivo Nacional le asignó en custodia dicha casa a la Asociación, para que la usara como sede del Museo; y también la prensa marca Washington en la cual fue impreso dicho periódico.
            El patrimonio artístico que la Asociación ha reunido hasta hoy (Pinturas, Dibujos, Grabados, Cerámicas, Esculturas) sobre pasa las 1000 piezas, ilustrativas del proceso de las artes visuales en Venezuela en los últimos cien años.
            En una oportunidad ese servicio que usted comanda, destacó un guardia nocturno en el Museo, pero posteriormente fue descontinuado.  Es el mismo que hoy nos permitimos solicitar encarecidamente, en vista de la crítica situación aquí planteada.
            La Asociación y el Museo confían en que esta solicitud sea atendida lo más pronto y positivamente, como además lo merece una institución que tiene como propósito contribuir al desarrollo de la cultura en Guayana”.

lunes, 28 de enero de 2013

Contra un silencio de piedra se estrella Museo de Ciudad Bolívar


Era voz populus que el Director de Cultura de la Gobernación del Estado para el 2009, Néstor Bolívar, le daba la espalda a los Museos de Ciudad Bolívar, entre ellos por supuesto, al Museo de Arte en la casa del Correo del Orinoco como lo evidencia una de las tantas cartas enviadas, vale decir, la del 14 de enero 2005, que jamás tuvo respuesta.
            En esa carta se le planteaba la necesidad de darle continuidad  al Concurso Salón en talla del Azabache y para su mejor orientación se le enviaba los catálogos del primero y segundo concursos de los años  2002 y 2003 que promocionó el Museo de Ciudad Bolívar en la casa del Correo del Orinoco.
            Así mismo se le planteaba que “…este año 2005, como consecuencia del fallecimiento en mayo de 2004 de Rafael Pineda, fundador de esta institución, quien legó al Museo su patrimonio artístico y como una forma de integrar dicho patrimonio a la colección del museo, será presentada a mediados de mayo-junio, la muestra “La Colección Rafael Pineda en el Museo de Ciudad Bolívar en la casa del Correo del Orinoco”, es decir, una forma de homenajear a quien tanto trabajó por el desarrollo de la cultura  en Venezuela.
            “Así mismo, el Museo tiene previsto promover la III edición del Concurso-Salón en talla de azabache, cuyo propósito es contribuir a la renovación conceptual y formal de los diseños en su mayoría estereotipados, que afectan a la talla de azabache, como ha venido realizando hasta el presente, lo que podría definirse como el “estilo buda” y el “estilo manito”
            “Para cumplir con estas y otras actividades, el Museo como fue visto por usted y el señor representante de la Oficina del Patrimonio, urge de algún trabajo de restauración  en las instalaciones, entre los que se destacan la impermeabilización, la renovación de marcos de madera en dos puertas, el frisado de zonas puntuales en las paredes y la donación de un aire acondicionado y deshumificador que permita conservar en óptimas condiciones las obras de arte en depósito.
            Quince días después la Asociación Amigos del Museo le envió una carta a la ciudadano Ovanis Aguirre, directora de administración y finanzas del Ejecutivo Regional anexándole presupuesto presentado por el carpintero Hernán Velásquez para los trabajos de reparación de los marcos de las puertas, pero tampoco obtuvo respuesta.
            En septiembre de 2005, la directora del Museo, señora Marlene Wulff de Aguirre, le envió carta al señor Sergio Hernández, director de servicios generales del Ejecutivo regional pidiéndole colaboración para reparar los canales de desagüe que bajan del techo de la Casa del Correo del Orinoco, daños gravemente por los incursionadotes nocturnos que desde meses pasados vienen sustrayendo piezas de la colección de arte del museo.  Tampoco se obtuvo respuesta.
            El 3 de mayo de 2006, la Asociación Amigos del Museo envió una carta al Gobernador Francisco Rangel Gómez, con copia al Secretario de gobierno Teodardo Porras, dando cuenta de las comunicaciones anteriores y planteándole por enésima vez el estado progresivo de deterioro de la Casa Correo del Orinoco, de las filtraciones en tiempos de lluvia por falta de una capa asfáltica en el techo y otras calamidades, sin embargo, tampoco se obtuvo respuesta en ninguna forma.
            El 27 de abril de 2007, la directora del Museo, Marlene Wulff de Aguirre, vuelve a la carga.  Esta vez se dirige al abogado Sabino Pérez, Director de Patrimonio Cultural y Centros Históricos, insistiendo una vez más sobre la obligación que tiene el Estado de velar por la protección y restauración de los inmuebles del casco histórico de Ciudad Bolívar, particularmente de la Casa donde se editó el Correo del Orinoco, hebdomadario de los patriotas que lucharon por nuestra independencia, pero contra un silencio de piedra vuelve a estrellarse quienes todavía se preocupan por los valores histórico, arquitectónicos, culturales, ambientales y tradicionales de la ciudad.

domingo, 27 de enero de 2013

La indiferencia continuada



En julio de 2008, se le volvió a enviar carta el Gobierno a través del Coronel Carlos Jiménez, Secretario de Infraestructura del  Ejecutivo Regional, en los siguientes términos: “Saludos cordiales.  Enmarcado en el aniversario de los 190 años de la publicación del semanario Correo del Orinoco, el Museo de Ciudad Bolívar que tiene como sede la casona donde se editó a voz de la causa republicana, solicita su apoyo consistente en la reparación y mantenimiento del techo, puertas, ventas y paredes de este inmueble que como todos los de valor histórico y arquitectónico están por ley bajo la vigilancia y protección del Estado.
            “En los últimos años el Museo ha sido afectado por robos y hurtos en lo que respecta a su estructura arquitectónica, sumado esto a la inclemencia climática y  defecaciones nocturnas de los murciélagos no solamente en los paramentos sino en las obras de arte, por lo que como consecuencia de ello se precisa el mantenimiento y reparación de ciertas áreas.
            Desde 1968, la casa fue decretada Patrimonio Histórico Nacional por dictamen presidencial  en Consejo de Ministros y desde entonces asignada como sede del Museo de Ciudad Bolívar  en la Casa del Correo del Orinoco con el objeto de promover el desarrollo del arte y la cultura.
            “La conservación del Patrimonio Cultural representado en los bienes muebles e inmuebles es un compromiso al que estamos llamados todos como ciudadanos y habitantes de la ciudad, pero muy particularmente quienes representan la autoridad y soberanía del pueblo.  De allí que no estemos dirigiendo al Estado a través suyo”.
            Al año siguiente, 9 de enero (2009) la directora del Museo Marle Wulf de Aguirre (en la foto), dirige otra comunicación.  Esta vez a la abogado Migdalia Salamanca, Directora de Patrimonio Cultural y Centros Históricos del Ejecutivo Regional, insistiendo sobre la misma materia:  Que el Museo de Ciudad Bolívar, fundado en 1972 por la Asociación Amigos de Guayana, con sede en la casa donde se editó el semanario “Correo del Orinoco (1818-1821), llama a usted la atención sobre el progresivo estado de deterioro que acusa este inmueble  Patrimonio Cultural de la Nación y del Estado, a objeto de que agilice y disponga la conservación y restauración de la edificación, conforme a lo dispuesto por la Ley respectiva.
            Que una vez asignado dicho inmueble como sede del Museo de Ciudad Bolívar,  fue y ha sido preocupación permanente de la Asociación Amigos de Guayana, mantener al tanto al Gobierno sobre las anomalías del inmueble a objeto como es su obligación, de que se obre en cuanto a su mantenimiento y reparación de los daños que el uso y los accidentes físicos o naturales puedan causarle.  Debido a esta preocupación la Casa fue refaccionada por el Estado  hace quince años, lapso durante el cual ha carecido de l mantenimiento que ahora con insistencia viene reclamando.
            Que se trata pues de una situación de corresponsabilidad con respecto a la salvaguarda, restauración y protección de un Patrimonio Cultural de la Nación y muy especial de los bolivarense por estar la Casa del Correo del Orinoco ubicada en su jurisdicción.
            Que reiteramos la solicitud de atención y apoyo de su equipo humano y técnico para ver si una vez por todas cambiamos el aspecto de degradación que acusa el inmueble histórico por otro menos patético como el de ahora.  Mucho hace la Sociedad Amigos de Guayana con dotar a la Casa con centenares obras de arte valiosas que resaltan la importancia histórica, arquitectónica y artística del inmueble, pero éste como propiedad indiscutible de la nación debe ser protegido y mantenido por el Estado sin subterfugios y regateos de ninguna clase.
           

jueves, 24 de enero de 2013

La incumplida promesa de Sergio Hernández


Ciudadano de Angostura, un movimiento que suele reunirse en el Museo Soto o en el Hotel La Cumbre, para discutir los problemas que afectan el crecimiento de la ciudad, por intermedio de Arturo Briceño, se dirigió personalmente a la Gobernación para plantearle el estado de deterioro que presenta un Monumento Público Nacional como lo es la Casa del Correo del Orinoco donde además del taller tipográfico del Gobierno Supremo de la Independencia, se exhibe cien años de pintura venezolana y un poco de arte de otro países así como reliquias cerámicas de la cultura precolombina.
            Muy atentamente, según tengo entendido, le habría atendido el Secretario de Servicios Generales del Ejecutivo Regional, señor Sergio Hernández, funcionario natural de Barinas radicado en la Zona del Hierro que compitió por la Alcaldía de Heres con el actual Víctor Fuenmayor.
            Sergio habría ganado dado el respaldo económico y logístico que tuvo del Gobierno del cual era miembro si no es por lo desarraigado que está de la ciudad que aspiraba administrar y por desconocimiento de su idiosincrasia y de sus valores culturales que realzan su identidad.
            Ese desconocimiento quedó evidenciado a comienzos de abril de 2009 cuando atendiendo la invitación de Ciudadano de Angostura, visitó la Casa del Correo del Orinoco para constatar personalmente en sitio y por boca de la Asociación Amigos de Guayana, lo que realmente estaba ocurriendo con el histórico inmueble.
            Sergio quería hacer algo por la casa, cualquier cosa, como lo manifestó, pero había que mostrarle los documentos de propiedad o al menos el convenio de comodato que beneficiaba a la Asociación Amigos de Guayana como custodio del inmueble y su utilización para la exhibición del arte venezolano.
            Eso, obviamente, no sucedió ni podía suceder en 1960 cuando el Ministerio Obras Públicas intervino en la restauración de la Casa ni en 1994 cuando el Gobierno Regional la volvió a refaccionar.  Esto ocurría asombrosamente ahora y todavía no logramos explicarnos por qué para reparar los daños que presenta la casa por causa del uso y otros factores naturales y delincuenciales, hay que presentar esos papeles que tiene que tener bien guardados y asegurados el Gobierno o el Estado venezolano.  Y como yo le dije personalmente recibiendo la advertencia de su edad y de mi edad, que tendría alguien que desconocer la historia patria para ignorar tan crasamente que ese inmueble es Patrimonio Cultural de la Nación, que  está protegido por una Ley Nacional y varios decretos del Gobierno central que ningún funcionario público debe desconocer a menos que sea ajeno al sentimiento patrio.
            Bueno, al final Sergio, a nombre del eñor Gobernador, prometió, además de sus ganas y entusiasmo, la intervención inmediata. Lo repetimos, el señor Sergio Hernández, Secretario de Servicios Generales del Ejecutivo Regional,  se comprometió a decidir de inmediato la refacción de la Casa del Correo del Orinoco ¿Cuánto tiempo ha pasado de esa promesa que no termina de cumplirse?  El Museo continúa cerrado y las obras deteriorándose por el calor, la humedad y las defecaciones de los murciélagos.
Acompañado de su asesor Neptalí Hurtado y funcionarios del IPC contrajo el compromiso ante Américo Fernández, Ariel Jiménez, Lourdes Maestracci, Arturo Briceño y José Rivas Gutiérrez, todos reunidos en la mañana de abril en el propio museo.
El inmueble inventariado por el Instituto de Protección Cultural dependiente de la Presidencia de la República fue entregado para su custodia a la Asociación Amigos de Guayana en 1970 con el fin de que se convirtiera en un museo de la pintura venezolana del siglo veinte al mismo tiempo que asiento y exhibición permanente de la prensa donde se editó el Correo del Orinoco fundado por el Libertador en 1818. Pero virtualmente el Gobierno Regional lo desconoce.
           

miércoles, 23 de enero de 2013

Continúan robos en el Museo



Tres jóvenes vestidos como estudiantes irrumpieron en el Museo de Ciudad Bolívar en la Casa del Correo del Orinoco, el viernes 27 en la mañana, y se llevaron una importante pieza que data de aproximadamente 500 años de antigüedad. De acuerdo con Carlos Tito García, directivo de la galería, la reliquia sustraída fue la Venus de Tacarigua (en la foto), de valor incalculable.
El crimen lo perpetraron tres sujetos, de entre 19 y 20 años de edad, que con pistola en mano sometieron al vigilante de la galería y procedieron a robar, única y exclusivamente, esta pieza de arte precolombino.
Esta pieza fue donada al Museo de Ciudad Bolívar en la casa del Correo del Orinoco por otro museo, el Museo de Ciencias de Caracas, en los años 70 (del siglo pasado) y forma parte de la colección permanente que tiene este sitio”, resaltó García.
Luego de cometido este invaluable robo, la denuncia fue interpuesta ante la subdelegación de Ciudad Bolívar del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y ante el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC), que se encargarán de realizar las averiguaciones pertinentes para dar con el paradero de la obra.
Para los representantes del Museo de Ciudad Bolívar en la Casa del Correo del Orinoco, este asalto no fue algo fortuito, sino que por el contrario, ya estaba planificado, toda vez que “desde principio de esta semana, tres jóvenes vestidos como estudiantes visitaban constantemente el museo y justo se dedicaban a ‘admirar’ la Venus de Tacarigua. Parte del personal que estaba presente cuando ocurrió el robo, identificó a los sujetos como los muchachos que fueron a ver la obra tres veces durante esta semana.
Según lo relatado por los testigos, los tres jóvenes ingresaron aproximadamente a las 11:00 de la mañana del viernes y se ubicaron en sitios estratégicos para cometer el crimen. “Se colocaron en la entrada, en el patio y el otro fue el que partió la caja de vidrio donde se encontraba la Venus de Tacarigua, luego de sacarla, huyeron del museo.
García denunció que este no es el único robo importante que se ha cometido en el Museo de Ciudad Bolívar, puesto que desde hace varios años ya unas 20 obras han sido sustraídas en diferentes oportunidades.
“No tienen hora para cometer los delitos, puede ser tanto de día como de noche. Al principio comenzaron (los hurtos) con cosas utilitarias, pero poco a poco se fueron extraviando obras y más obras”, denunció este representante del museo.
Entre las piezas extraídas de esta galería se pueden resaltar cuadros de Tito Salas, Oswaldo Vigas, Francisco Hung, Feliciano Carvallo, Luis López Méndez, y ahora esta Venus de Tacarigua, “todas de ellas, piezas de arte de valor incalculables”.
Para Carlos Tito García, representante del Museo de Ciudad Bolívar en la Casa del Correo del Orinoco, este delito fue cometido para poner esta pieza de arte precolombino en el mercado negro.
“Este tipo de arte es muy buscado en el comercio ilícito de obras de arte, por lo que es muy común su robo. Es por esto que pedimos a la comunidad tanto de Ciudad Bolívar, como de toda esta entidad, para que estén alerta y ofrezcan cualquier pista a las autoridades, con el fin de determinar el paradero de esta obra”, finalizó García.
Este robo se cometió a escasos días de visitar el Museo el señor Sergio Hernández, Secretario de Servicios Generales de la Gobernación del Estado, quien atendió una invitación de Ciudadanos de Angostura para que constatara el estado de deterioro en que se encuentra la casa, asiento del Museo.  La Casa, no obstante reiteradas comunicaciones al Ejecutivo Regional, presenta un estado lamentable de deterioro a causa de filtraciones por erosión de la capa asfáltica del techo, resquebrajamiento de muros y violación de puertas y ventanas.